miércoles, 13 de julio de 2011

NOCHE SANMARQUINA

Como cruel signo de desesperanza
sombra que emerge en medio de la noche
por entre los autos estacionados,
son faros de tenue luz mortecina
esos ojos grandes del niño pobre.

Yo con mi pobre paquete de galletas
esperando el "burro" que no llega aún
en la gélida noche sanmarquina
en este invierno oscuro y sin estrellas.

Y no me dices nada...
pero yo oigo en tu mano estirada
y en tus negros ojos tristes
el lejano rumor de tus tripas vacías
(¡conozco tan bien ese lamento!).

Y el burro que no aparece aún.
en esta noche de orfandad,
de nubes y de lluvia,
de caras lánguidas
de nuevos hambres
de niños hombres
que cuidan carros
tan lejanos de sus sueños
de niño pobre.

Caigo en la cuenta que no es hora
de “coguitar” sobre revoluciones redentoras
porque tu no quieres mis filosofías
sino, simplemente, mi paquete de galletas
que - ¡bueno! - esta vez callarán otro hambre.
(19/11/82)