miércoles, 5 de diciembre de 2012

LAS DROGODEPENDENCIAS


En la historia del hombre, desde sus orígenes, está presente el uso de sustancias químicas que alteran el curso y los contenidos del pensamiento.  Los factores antropológicos, culturales  y religiosos remontan el consumo de drogas a los guerreros tribales para infundirles valor, a los rituales de purificación y, en épocas más actuales, a los ámbitos lúdicos y de vanguardia. 
La admisión por parte de la Organización Mundial de la Salud de la existencia de 450 millones de adictos a los derivados del opio, 300 millones de consumidores de hachís y marihuana, y más de 400 millones de adictos a los derivados de la cocaína, da una aproximación de lo que ha acontecido en Occidente: en una visión histórica, evolutiva y vacía de contenidos iniciáticos, el consumo de sustancias psicoactivas ha dado paso a los diagnósticos clínicos de abuso y dependencia.  
La Asociación Americana de Psiquiatría define el abuso de sustancias tóxicas como el consumo perjudicial de estas, y la dependencia como la tolerancia progresiva de la droga y la aparición de síntomas de abstinencia al interrumpirse su toma. Los más importantes puntos de mira de la investigación clínica actual consideran entre los factores de riesgo que predisponen al inicio de conductas adictivas, los aspectos genéticos, ciertos rasgos de personalidad y factores psicosociales. 
LOS OPIÁCEOS 
La característica primordial de la dependencia es el irrefrenable deseo de consumo ligado al flash placentero inicial, a la dependencia psicosocial posterior y a la adicción física final.  La heroína llega rápidamente al cerebro, y por ello su acción es más intensa y más buscada por los toxicómanos. A su consumo se asocian toda una serie de complicaciones clínicas que van desde la sobredosis -que puede llegar a la parada cardiorrespiratoria que cause la muerte-, el síndrome de abstinencia y, cuando la administración es intravenosa, las tromboflebitis, el SIDA, las hepatopatías y otros cuadros tóxicos debidos a los adulterantes utilizados.  En su tratamiento se incluyen técnicas medico-biológicas y psicosociales (psicoterapias y comunidades terapéuticas). 
LA COCAÍNA 
Así como en los últimos años se ha estabilizado el consumo de derivados del opio, la cocaína -sustancia de uso elitista hasta no hace mucho tiempo- ha aumentado su prevalencia a causa del abaratamiento de nuevos preparados (como el crack) que poseen un mayor poder adictivo y mejores precios. El inicio del consumo se produce a través de diferentes formas: experimental, lúdico o por inducción del entorno.  A partir de aquí se producen una serie de tomas hasta llegar a los criterios de adicción.  El tiempo desde el primer consumo de la llamada "coca" o "nieve" hasta la dependencia varía desde el año y medio a los cuatro años, y es más corto cuanto más joven es el individuo.  La búsqueda de sus efectos euforizantes y de reducción de la fatiga hacen que los consumidores habituales puedan pasar de la vía intranasal inhalada o fumada a la administración endovenosa.  Además de graves complicaciones neurológicas y de la posible parada respiratoria, la intoxicación puede dar lugar a alucinaciones, crisis de ansiedad y paranoia. 
EL CANNABIS 
La marihuana ("hierba", "grifa", "maría", "kif") y el hachís ("hash", "mandanga", "chocolate", "costo", o "ful") son derivados de la resina extraída de las hojas de la planta Cannabis Sativa.  Su consumo produce relajación y euforia, estados emocionales inapropiados, aumento del apetito y pasividad.  Tambien puede ocasionar labilidad emocional, despersonalización y síntomas de desconfianza y recelo hacia los demás.  Tiende a crear dependencia y su síndrome de abstinencia, caracterizado por ansiedad, insomnio y disminción del rendimineot, debe ser rápidamente tratado.  Es consumido por primera vez por personas cada vez más jóvenes. 
LOS INHALANTES 
Se trata de un grupo variopinto de sustancias volátiles (pegamentos, pinturas, gasolinas...) que se usan por no disponer de otros tóxicos como por ejemplo el cannabis.  Producen algunos efectos del mismo tipo. 
ALUCINOGENOS 
El LSD ("tripi", "ácido"), que se consume por vía oral, provoca sensaciones euforizantes acompañadas a veces de una distorsión de la percepción del tiempo, del espacio y de vivencias de irrealidad del entorno. 
En caso de complicaciones agudas, y de darse el llamado "mal viaje", pueden presentarse auténticos síntomas de psicosis esquizofrénica.  La mescalina y los derivados anfetamínicos ("éxtasis", "eva") poseen acciones estimulantes y alucinógenas, que han incrementado su uso en los ambientes lúdicos y juveniles. 
HIPNOSEDANTES Y SEDANTES 
Existen dos posibles vías de adicción a estas sustancias: el uso inadecuado de la medicación ansiolítica prescrita y la utilización de estas sustancias con fines placenteros, sin ningún control médico.  El cuadro de abstinencia se caracteriza por ansiedad, temblor e insomnio.  Su tratamiento se basa en la sustitución por un fármaco de acciones parecidas, pero de mayor tiempo de permanencia en el organismo, reduciendo su dosificación lentamente. 
Conrad Surribas Figuls 
médico psiquiatra 

Artículo extraido de la colección "PSICOLOGIA PARA TODOS" - T. 5 - Ed. GLOBUS COMUNICACIÓN S.A. 
TITULO ORIGINAL: ENCICLOPEDIA DE LA PSICOLOGIA. - Ed. OCEANO