En
la historia del hombre, desde sus orígenes, está presente el uso de sustancias
químicas que alteran el curso y los contenidos del pensamiento. Los
factores antropológicos, culturales y religiosos remontan el consumo de
drogas a los guerreros tribales para infundirles valor, a los rituales de
purificación y, en épocas más actuales, a los ámbitos lúdicos y de vanguardia.
La
admisión por parte de la Organización Mundial de la Salud de la existencia de
450 millones de adictos a los derivados del opio, 300 millones de consumidores
de hachís y marihuana, y más de 400 millones de adictos a los derivados de la
cocaína, da una aproximación de lo que ha acontecido en Occidente: en una
visión histórica, evolutiva y vacía de contenidos iniciáticos, el consumo de sustancias
psicoactivas ha dado paso a los diagnósticos clínicos de abuso y dependencia.
La
Asociación Americana de Psiquiatría define el abuso de sustancias tóxicas como
el consumo perjudicial de estas, y la dependencia como la tolerancia progresiva
de la droga y la aparición de síntomas de abstinencia al interrumpirse su toma.
Los más importantes puntos de mira de la investigación clínica actual
consideran entre los factores de riesgo que predisponen al inicio de conductas
adictivas, los aspectos genéticos, ciertos rasgos de personalidad y factores
psicosociales.
LOS
OPIÁCEOS
La
característica primordial de la dependencia es el irrefrenable deseo de consumo
ligado al flash placentero
inicial, a la dependencia psicosocial posterior y a la adicción física
final. La heroína llega rápidamente al cerebro, y por ello su acción es
más intensa y más buscada por los toxicómanos. A
su consumo se asocian toda una serie de complicaciones clínicas que van desde
la sobredosis -que puede llegar a la parada cardiorrespiratoria que cause la
muerte-, el síndrome
de abstinencia y,
cuando la administración es intravenosa, las tromboflebitis, el SIDA, las
hepatopatías y otros cuadros tóxicos debidos a los adulterantes
utilizados. En su tratamiento se incluyen técnicas medico-biológicas
y psicosociales (psicoterapias y comunidades terapéuticas).
LA
COCAÍNA
Así
como en los últimos años se ha estabilizado el consumo de derivados del opio,
la cocaína -sustancia de uso elitista hasta no hace mucho tiempo- ha aumentado
su prevalencia a causa del abaratamiento de nuevos preparados (como el crack)
que poseen un mayor poder adictivo y mejores precios. El inicio del consumo se
produce a través de diferentes formas: experimental, lúdico o por inducción del
entorno. A partir de aquí se producen una serie de tomas hasta llegar a
los criterios de adicción. El tiempo desde
el primer consumo de la llamada "coca" o "nieve" hasta la
dependencia varía desde el año y medio a los cuatro años, y es más corto cuanto
más joven es el individuo. La búsqueda de sus efectos euforizantes y de
reducción de la fatiga hacen que los consumidores habituales puedan pasar de la
vía intranasal inhalada o fumada a la administración endovenosa. Además
de graves complicaciones neurológicas y de la posible parada respiratoria, la
intoxicación puede dar lugar a alucinaciones, crisis de ansiedad y paranoia.
EL
CANNABIS
La
marihuana ("hierba", "grifa", "maría",
"kif") y el hachís ("hash", "mandanga",
"chocolate", "costo", o "ful") son derivados de
la resina extraída de las hojas de la planta Cannabis
Sativa.
Su consumo produce relajación y euforia, estados emocionales
inapropiados, aumento del apetito y pasividad. Tambien puede ocasionar
labilidad emocional, despersonalización y síntomas de desconfianza y recelo hacia
los demás. Tiende a crear dependencia y su síndrome de abstinencia,
caracterizado por ansiedad, insomnio y disminción del rendimineot, debe ser
rápidamente tratado. Es consumido por primera vez por personas cada vez
más jóvenes.
LOS
INHALANTES
Se
trata de un grupo variopinto de sustancias volátiles (pegamentos, pinturas,
gasolinas...) que se usan por no disponer de otros tóxicos como por ejemplo el
cannabis. Producen algunos efectos del mismo tipo.
ALUCINOGENOS
El
LSD ("tripi", "ácido"), que se consume por vía oral,
provoca sensaciones euforizantes acompañadas a veces de una distorsión de la
percepción del tiempo, del espacio y de vivencias de irrealidad del entorno.
En
caso de complicaciones agudas, y de darse el llamado "mal viaje",
pueden presentarse auténticos síntomas de psicosis esquizofrénica. La
mescalina y los derivados anfetamínicos ("éxtasis", "eva")
poseen acciones estimulantes y alucinógenas, que han incrementado su uso en los
ambientes lúdicos y juveniles.
HIPNOSEDANTES
Y SEDANTES
Existen
dos posibles vías de adicción a estas sustancias: el uso inadecuado de la
medicación ansiolítica prescrita y la utilización de estas sustancias con fines
placenteros, sin ningún control médico. El cuadro de abstinencia se
caracteriza por ansiedad, temblor e insomnio. Su tratamiento se basa en
la sustitución por un fármaco de acciones parecidas, pero de mayor tiempo de
permanencia en el organismo, reduciendo su dosificación lentamente.
Conrad
Surribas Figuls
médico
psiquiatra
Artículo
extraido de la colección "PSICOLOGIA
PARA TODOS" - T. 5 - Ed. GLOBUS COMUNICACIÓN S.A.
TITULO
ORIGINAL: ENCICLOPEDIA DE LA PSICOLOGIA. - Ed. OCEANO
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