…No sé explicarme que paso,
pero de ti me enamoré…
La felicidad, alguna vez te lo dije,
no es más que pequeñas islas
sobre el mar que navegamos.
En una de esas islas me esperabas tú
y yo, sobreviviente de mil naufragios,
encalle mi nave en busca de tierra firme
en donde reposar mi fatigado cuerpo
Mal negocio, eran pantanos y arenas movedizas.
Viví no obstante, el más bello espejismo,
me deje envolver por tus cantos de sirena
a veces desafinados… pero tu risa
como collar de menudas perlas
era para mí, música de las altas esferas celestiales.
Ahora nuevamente navegando solitario
sobre mares tempestuosos y oscuros
las estrellas que me guían
tienen la luminosidad de tus ojos.
Mal negocio, la nostalgia
¿Quién tendrá la dicha de estrechar
tu cuerpo en este día?
¿A quién regalarás el sol de tu sonrisa?
¿A quién agradecerás las rosas
que no te envío?
Con quién levantarás el vaso de vino
y brindarás:…¡Por lo nuestro!
Mal negocio, los celos.
Déjame en este día de San Valentín
estrecharte en un abrazo imaginario
Abrir mi corazón como una rosa mustia
y ofrendarlo a tus pies
déjame decirte lo mucho que te extraño
y la falta que me hace tu compañía.
Buen negocio, amarte hasta el fin de los días.
MAXIMO EDUARDO
Moquegua, febrero de 2011
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